"(...) En el Quijote un tipo de literatura romántica se compara con la vida real representada mediante las acciones de un «héroe» incapaz de diferenciar uno y otra. En este sentido puede decirse que la novela de Cervantes es, también, una obra de crítica literaria. La cuestión se complica porque es muy evidente que la «vida real», por llamarla así, no es sino otra invención de Miguel de Cervantes. Por lo tanto, lo que se compara en realidad es un tipo de literatura ficticia con otro tipo de literatura ficticia. En términos generales modernos, se comparan el romance con la novela moderna y, en particular, el romance que don Quijote querría que fuera su vida con la novela del Quijote: o sea, dos versiones muy distintas de su historia. La narración finge ser una historia verdadera, lo cual es una complicación suplementaria. Repetidas veces se habla de la «verdad» y la «puntualidad» de la historia, y también de «anales» y «archivos». Sin embargo, tal fingimiento se hace de manera tan obvia y absurda, que se contradice en seguida la historicidad pretendida. (...)".
Edward C. Riley, en "Cervantes: Teoría literaria".